sábado, 22 de febrero de 2014

Capítulo II: 'La noche llegaba'

Capítulo II

Esa misma noche él volvió a lomos de un caballo negro con las dos patas delanteras blancas,junto a él traía a otro caballo blanco totalmente. Supuse que era para mi. Cuando llegó se bajo de un salto y me tendió su mano para ayudarme a subir, a lo que la rechacé y subí
-Creo que tengo la suficiente fuerza como para subirme yo sola- Dije de forma burlona y él se quedó callado.
Tras acomodarme en el caballo el miró el horizonte
-Debemos irnos ya,tardaremos dos días hasta llegar, si llevamos un buen ritmo llegaremos por la mañana, si no por la tarde o incluso por la noche- Dijo de forma algo severa.Yo asentí.

Cogí las riendas e hice que el caballo comenzase a caminar, fui apresurando su paso. y relajé las riendas cuando el caballo iba bien.Suspiré.
-¿Dónde dormiremos?-
Pregunté curiosa y él me miró serio, como siempre.
-Esta noche tendremos que dormir fuera. Aunque haga frío-
Respondió a lo que yo me quedé callada,no me aconstumbraba a la idea.Al final le respondí.
-¿No podríamos alquilar una posada solo por una noche?- Dije tímidamente
-¿Prefieres comer o dormir en un lugar calentito?-
-Comer...- Susurré -Tengo varios peniques...¿Habría?- Se los ofrecí
-No...No son suficientes- Me los devolvió -Si quieres podríamos ir al mercado, apenas está a dos manzanas,compraremos un par de cosas, y ya buscaremos comida por el bosque o algo-
Asentí algo desconfiada.

Poco a poco caía el sol, aunque fuimos. El mercado ya casi cerraba. Compramos lo más barato que había; leche, huevos y pan. Yo deseaba que comprase algo de carne. Pero valía demasiado cara. Volvimos a caballo.Acampamos junto a un río, donde él dejó beber agua a los caballos y los soltó. Encendimos un fuego, y yo me tumbé en el suelo jugando con el fuego. Observé como se levantaba y se iba hacia el río que apenas estaba a unos metros.Finalmente entró al río.El agua estaba helada.
-¿Estás loco? ¡¿Cómo se te ocurre meterte en el agua a estas horas?!- Dije alarmada -¡Vas a coger un buen resfriado y...-
El me calló con la mirada
-Sé lo que hago- Susurró.
Vi como se acercaba a unas rocas, que estaban en la arena dentro del río y metía las manos por debajo,así sacó dos peces de mediano tamaño. Salió con una media sonrisa y los dejó junto al fuego. Se quitó la camiseta dejándola secar
-Estoy seguro de que esto no lo comes todos los días- Dijo burlón y orgulloso. Limpió un poco el pescado y lo puso al fuego. Cuando los sacó yo me lo comí con ansia y él me sonrió tranquilo. Tras comérmelo bostecé con sueño.
-Duérmete, mañana madrugaremos-
-¿Tú no dormirás?-
Negó con la cabeza
-Prefiero vigilar- Respondió colocándose su camiseta ya seca. Me acosté en el pasto seco. Mi caballo se acercó a mi,me tapé la cara, para que no me pisase.Pero me sorprendió su reacción, se hecho a mi lado, a lo que yo me acurruqué en su cuello con una sonrisa y le abracé. Me terminé durmiendo. El chico se quedó vigilando y me hechó una manta por encima, para que no pasase frío.

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